Cuantas cosas nos enseñan los niños!

Recientemente se inició el año escolar, para mi hija hubo muchos cambios; colegio nuevo, amiguitos nuevos, profesores nuevos, uniformes nuevos, cambio de horario, pues ella iba en las mañanas al colegio anterior, pero ahora está en un semi internado y debe pasar mañanas y tardes en el recinto escolar.

Los primeros días de clases yo estaba muy pendiente de sus reacciones, temía un poco que no se sintiera bien con tantos cambios...pues resulta, que un día fui a recogerla y noté una carita triste, le pregunté el motivo y me contestó que había una niña que le había dicho varias veces "pequeña", que le había pedido que no le dijera así, pero que la niña no hacia caso y continuaba llamándola pequeña. Debo hacer un paréntesis y escribir que (ni mi hija, ni yo gozamos de mucha estatura)

Bueno, para seguir con el tema...yo, madre al fin, le digo que no se debe poner triste porque le digan pequeña, que ella es una niña preciosa y que pronto será más alta. Mis palabras no lograban quitar esa carita triste, pensé cambiar de estrategia y le aconsejé de este modo: le dije que la próxima vez que la niña le dijera "pequeña", ella debía responderle--" si, soy pequeña, pero no soy ni tonta, ni idiota como tú". Rápidamente cambió el rostro y me mostró una sonrisa, yo pensé que le había dado la receta perfecta.

Pero, mi niña me argumentó..."Mami, "pequeña" no es un insulto, pero "idiota y tonta" si lo son. Yo me quedé sin palabras, pero luego le dije: -- entonces, si "pequeña" no es un insulto, no debes ponerte triste, además verás que pronto crecerás y serás más alta. Hay terminó la tristeza, ella tomó sus propias conclusiones y decidió no agredir con palabras a la niña.